Vivienda. Visita virtual o presencial.
Visita virtual o presencial – que prefieren los compradores. ¿Cuáles son los hábitos de compradores modernos y de tiempos de COVID?:
Visita presencial – participantes y resultados:

Visita virtual- participantes y resultados:







A continuación vamos a decidir que nos conviene más: visita virtual o presencial.
Visita presencial. Resultados:
- Requiere mucho tiempo para su preparación y realización. Si la vivienda está lejos las cosas se complican mucho y muy a menudo por esta razón las visitas presenciales son simplemente imposibles.
- No todas las personas interesadas pueden participar en la visita por diversas causas, como como salud, movilidad reducida, horarios de trabajo, miedo a desplazamientos por COVID-19, falta de medios, etc.
- La visita presencial se convierte en un paseo por la vivienda sin objetivos definidos, con preguntas y comentarios superficiales que ocurren “sobre la marcha”.
- Debido a que los participantes de la visita presencial siempre están acompañados por el propietario o su representante no siempre son posibles las conversaciones “de pareja” y de futura organización de la vivienda.
- Después de finalización de la visita presencial los recuerdos de lo visto son borrosos y a menudo contradictorios (lo único que queda claro es la ubicación exacta de la vivienda).
- No existe ninguna posibilidad de compartir lo visto con otras personas y pedir sus opiniones o sugerencias.
- La visita presencial normalmente se produce una sola vez, muy raramente dos.
Visita virtual. Posibilidades:
- Hacer y repetirla todas las veces necesarias, en cualquier momento y sin ningún compromiso.
- Compartirla con familia y amigos, especialistas y expertos para conocer sus opiniones y sugerencias.
- Visión clara de la propia vivienda y todo lo que la rodea.
- “Vivir” en ella e imaginar cómo organizar el inmueble después de la compra.
- Preparar de manera óptima una futura visita presencial, poner por escrito todas las preguntas surgidas o sugeridas por la familia, compañeros y profesionales y no dejar nada a la improvisación.
- Enviar cualquier pregunta a la parte vendedora de antemano (por ejemplo, solicitar plano constructivo de la vivienda con los tamaños de habitaciones), para tener las respuestas preparadas antes de las realización de la visita presencial.
- Solicitar la visita presencial solamente en el caso de estar verdaderamente interesado en la compra del inmueble.
- Requiere mucho tiempo para su preparación y realización. Si la vivienda está lejos las cosas se complican mucho y muy a menudo por esta razón las visitas presenciales son simplemente imposibles.
- No todas las personas interesadas pueden participar en la visita por diversas causas, como como salud, movilidad reducida, horarios de trabajo, miedo a desplazamientos por COVID-19, falta de medios, etc.
- La visita presencial se convierte en un paseo por la vivienda sin objetivos definidos, con preguntas y comentarios superficiales que ocurren “sobre la marcha”.
- Debido a que los participantes de la visita presencial siempre están acompañados por el propietario o su representante no siempre son posibles las conversaciones “de pareja” y de futura organización de la vivienda.
- Después de finalización de la visita presencial los recuerdos de lo visto son borrosos y a menudo contradictorios (lo único que queda claro es la ubicación exacta de la vivienda).
- No existe ninguna posibilidad de compartir lo visto con otras personas y pedir sus opiniones o sugerencias.
- La visita presencial normalmente se produce una sola vez, muy raramente dos.
Ventajas de venta de vivienda con visita virtual:
- Para el propietario es importante saber que las personas que solicitan una visita presencial ya son visitantes “calificados”. Ya han visto y recorrido la vivienda, saben cómo es y les gusta – su interés en adquirirla es genuino.
- Lo poco que les queda es ver que lo físico corresponde con lo virtual, que no hay nada extraño en la vivienda y alrededores, hacer preguntas concretas ya bien pensadas y preparadas de antemano, y entrar directamente a negociar el precio.
- Ganan todos: por un lado el propietario, encantado de poder vender por fin la vivienda que ya no necesita, contestar a preguntas y aclarar todas las dudas, escuchar propuestas y acordar el precio final. Por el otro lado, el comprador, porque tiene todo claro, ya ha visto con detalle la vivienda y está convencidos de que es precisamente lo que estaba buscando.
- Para la vivienda en venta con una visita virtual el proceso de compraventa se cierre rápido y con muy pocas visitas presenciales.
Visita virtual o presencial. Usted decide…