
Por su naturaleza, características y condiciones, las farmacias de barrio se enfrentan a un reto clave: convertirse en el centro de salud de referencia para los vecinos que viven en él. Un reto alcanzable si la farmacia estudia y define una estrategia concreta y hace bien sus deberes. Y un reto que, de alcanzarse, hará de ella un negocio rentable y competitivo.
Conseguirlo implica, sin embargo, grandes responsabilidades que tienen que ver con lo que se espera de este tipo de farmacias. Un clima familiar, cercano, próximo y de confianza. Puede parecer una tarea sencilla de mantener pero en realidad exige invertir horas de trabajo y poner el foco en numerosos aspectos de vital importancia.